Cómo organizar cargas largas en un almacén
En logística, uno de los aspectos fundamentales es el tipo de carga que se alberga en un almacén. Y es que son muchos los factores a tener en consideración: desde el tipo de producto, si es fresco o no; hasta el peso, pasando por la forma de la carga.
En este sentido, en el presente artículo, respondemos a cómo organizar cargas largas en un almacén.
¿Qué es una carga larga?
En primer lugar, y tal como indica su nombre, una carga larga es un tipo de mercancía, cuya longitud es significativa. Es decir, se trata de productos muy alargados, por lo que es necesario contar con sistemas de almacenaje específicos. Estanterías largas que son muy empleadas en el sector de la construcción.
Tubos de plástico, tuberías, planchas de metal, tablas de madera, molduras… son algunos ejemplos de cargas largas en un almacén.
¿Cómo organizar cargas largas en un almacén industrial?
El almacenaje de las cargas largas no es tarea fácil. Muchos de los almacenes optan por el “almacenaje en suelo” o dejar las cargas en el suelo sobre palets.
No obstante, este tipo de disposición no se recomienda tanto por sus costes como por su peligrosidad. En primera instancia, no se optimiza el espacio, por lo que el coste de almacenaje es más caro. Y, en segundo lugar, es peligroso ya que la mercancía está en contacto directo con el suelo y, por tanto, hay más riesgos de dañarla o incluso de provocar un accidente laboral.
La manipulación de cargas largas, según el tipo de producto
Además de la longitud de la mercancía, su volumen y peso van a ser determinantes a la hora de manipular este tipo de cargas largas. Un factor que, como se venía explicando, influye directamente en la gestión del propio almacén.
Por consiguiente, dependiendo del tipo de producto, encontramos diferentes ejemplos de cargas largas de almacén, las cuales van a ser manipuladas de forma distinta:
Mercancías laminares
Es importante para su manipulación tener claras las dimensiones, el grosor de la lámina, así como la flexibilidad de la pieza.
- Tablones de madera: El peso de estas tablas va a ser clave para su manipulación. Al tratarse de piezas más rígidas y duras, es más sencillo que en otros materiales.
- Láminas de plástico: A pesar de que su almacenaje es más cómodo que en el caso de las láminas de chapa, hay que tener en cuenta el grado de flexibilidad del material -hay plásticos duros y otros más dúctiles-. También habrá que prestar atención a que no se rompan.
- Láminas de chapa metálica: El grosor de la lámina de chapa es imprescindible para saber cómo manipular esta carga larga. Lo más recomendable es almacenarlas en un soporte y flejarlas a otra estructura.
Mercancías cilíndricas
En cuanto a la organización de estas cargas largas, explicar que nos referimos a las bobinas donde van enrollados los diferentes materiales.
- Bobinas de cable: Cuentan con un cableado eléctrico o de acero enrollado a esta pieza.
- Bobinas de cartón: También pueden ser de papel. Aquí hay que hacer hincapié en la fragilidad del material en contacto con el agua, por lo que estas bobinas deben ser protegidas de las humedades.
- Bobinas de chapa: Debido a su alto peso, sobre las 20 toneladas, son colocadas en el suelo y, para ello, es necesario emplear maquinaria industrial.
Mercancías tubulares
De nuevo, su manipulación va a depender del tipo de material que estén fabricados los tubos:
- Tubos semirrígidos: Son tubos de plástico, por lo que es común guardarlos en almacenes abiertos. Para evitar posibles accidentes laborales, su almacenaje cuenta con estrictas medidas de seguridad.
- Tubos rígidos: De metal u hormigón, también se almacenan a cielo abierto; uniendo los tubos de tres en tres. En espacios interiores, es posible encontrarlos gracias a las estanterías Cantilever, que disponen de topes en los extremos.
Beneficios de las estanterías Cantilever para cargas largas
Sin duda, el sistema de almacenaje más propicio para organizar cargas largas en un almacén son las llamadas estanterías Cantilever.
Una estantería Cantilever dispone de una estructura con un cuerpo central altamente resistente. En ambos lados, hay dos brazos de acero que facilitan el almacenamiento de estas cargas largas.
Además, se trata de un sistema de almacenaje muy útil, debido a su versatilidad: la altura se puede regular; adaptándose al completo a la forma de la carga larga. La estantería Cantilever proporciona una mayor libertad en el movimiento y garantiza la estabilidad de este tipo de mercancías.
Por otro lado, cabe destacar que existen dos tipos de estanterías Cantilever:
- Estantería Cantilever Simple: Solamente ofrecen la posibilidad de carga en uno de los lados.
- Estantería Cantilever Doble: Cuentan con dos brazos para cargar las mercancías en ambos lados.
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